Los hombres estaban agotados, pero Speedo seguía tirando de la correa de su cuidador. Eran las 14.48 horas, cuando el pastor alemán marcó la zona de la masía Mas Alrich, a cinco kilómetros de La Bisbal. Al fugado no le quedó otro remedio que levantarse entre los arbustos y rendirse al infable olfato del perro policía.

Dos horas después, Speedo se convirtió en la estrella de la rueda de prensa de los Mossos.

"Sin él, no le hubiéramos encontrado en ese bosque espesísimo", aseguró su guía.

El pastor alemán, de 5 años, ya mostró maneras de buena mañana cuando los agentes le hicieron oler la camiseta del hospital que dejó abandonada el fugitivo. El perro, entrenado para localizar a personas vivas o muertas, enfiló el sendero que cruza los campos de maíz y girasol hacia Cruïlles y el macizo de Les Gavarres.

"Marcaba las pisadas del hombre, pero las perdía en un campo de cereales", aseguró un agente que intervino en el operativo. Un compañero suyo, agregó: "Pasamos 20 veces por allí y el perro insistía, para abandonar más tarde. Así una y otra vez. La suerte fue que nos acercamos a la masía Mas Alrich y nos paramos a descansar un poco en el pajar".

De pronto --prosiguió--, mientras comentábamos que le teníamos cerca, Speedo comenzó a tirar. Enseguida supe que había descubierto algo importante. Era el fugado o había dado con un cadáver". El otro agente desenfundó su pistola, mientras el fugado, en calzoncillos y descalzo, se rendía ante Speedo.