«Las estadísticas ya las conozco, ahora quiero oír sus historias, conocer la realidad de cómo viven ustedes». Así empezó ayer Philip Alston, relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, una de las reuniones que mantuvo ayer en Barcelona, en la que pudo estar presente EL PERIÓDICO. Esta es una de las decenas de encuentros que el relator está haciendo en toda España a lo largo de estas semanas, para analizar si los poderes públicos están o no tratando de erradicar la miseria. Esta semana ha pasado también por Badajoz, por el barrio de Santa Engracia, y t mantuvo un encuentro en Mérida con varios colectivos sociales, entre ellos, Plena Inclusión Extremadura.

Lade ayer se trataba de una reunión con dos entidades sociales, ABD y Ecoserveis, especializadas en la pobreza energética. Pero lo más importante, y la petición de las Naciones Unidas, era escuchar a las personas que no pueden pagar los recibos del agua o la luz. «No es ningún secreto que las estadísticas han colocado a España en la cola en términos de acceso al trabajo y a la vivienda», apuntó ayer Alston en declaraciones a la prensa antes de iniciar la charla, en la que aseguró que durante la primera semana en España ha visto «trabajadores irregulares o españoles que no pueden afrontar los precios de la vivienda». También destacó «el alto nivel de inseguridad laboral» y explicó que quiere «tratar de entender cuáles son las prioridades del Gobierno español». Para él, una de las más esenciales debería ser la de «permitir el acceso a la vivienda a las personas pobres».

Alston manifestó que su intención es tratar de entender cómo viven las personas más vulnerables de la sociedad, más allá de los datos. Y es que la estadística arroja una realidad escalofriante. En Extremadura, la tasa de riesgo pobreza alcanza al 37,6% de la población (más de 400.000 extremeños).