Los asuntos del mundo rosa siempre se han parecido a una cesta de cerezas: Tiras de una y se enredan tres docenas. Empiezas por Isabel Pantoja y acabas con Mercedes Cubero, esposa de Baldomero Negrón quien hace 30 años fue el representante de la cantante. Cubero se ha apuntado ahora al club de las primeras esposas que preside Maite Zaldívar, mujer de Julián Muñoz, alcalde de Marbella, ya que ambas señoras tienen en común unos maridos sensibles a los encantos de Isabel.

Mientras en Marbella aparecen fotografías de Isabel Pantoja enganchadas por espontáneos encima de los carteles electorales de Muñoz, por todas las esquinas empiezan a aparecer esposas despechadas dispuestas a demostrar que la venganza es un plato que se toma frío. A saber, Maite Zaldívar dice ahora que el suyo no es el único matrimonio en el que se ha metido Pantoja y para demostrarlo recurre a la máquina del tiempo y se traslada hasta la década de los 70, para asegurar que la cantante sostuvo amores con su entonces manager Baldomero Negrón. Este, al parecer, resistió el embate, pero su santa pasó tan mal rato que, 30 años más tarde, se apunta al carro y contribuye a echarle a Isabel la culpa de sus miserias.

Otra cereza, aparecida en el cesto Pantoja, es Elia Muñoz, hija del alcalde marbellí y campeona de lanzamiento de dardos contra la cantante que, en este caso, se ha apuntado a otro club: el de las hijas con complejo de Electra. Elia tiene mucho en común con Adriana, hija de José Frade, quien no ha parado de poner de vuelta y media a Norma Duval hasta conseguir la ruptura de su padre y la vedete.