El Papa visitó hoy la Cúpula de la Roca, en la explanada de las Mezquitas de Jerusalén, y se reunió con el Gran Muftí (máxima autoridad religiosa musulmana), Mohamed Ahmad Husein, ante quien abogó por un "diálogo sincero para construir un mundo de justicia y paz para las generaciones venideras". El patriarca musulmán, en cambio, le pidió ayuda contra "la agresión israelí" a los palestinos.

El pontífice, en una visita cargada de simbolismo porque se trata de un lugar santo para las tres grandes religiones monoteístas, tendió una mano a los dirigentes islámicos y les exhortó a trabajar unidas hacia una meta común "para desempeñar un papel activo en allanar las divisiones y promover la solidaridad humana".

"En un mundo tristemente lacerado por divisiones, este lugar sagrado estimula y constituye un desafío para los hombres y mujeres de buena voluntad a comprometerse para superar las incomprensiones y conflictos del pasado y a emprender el camino de un diálogo sincero para construir un mundo de justicia y de paz para las generaciones venideras", afirmó Benedicto XVI.

Las tres grandes religiones monoteístas

El Obispo de Roma resaltó que este lugar trae a la mente la figura del patriarca Abraham, considerado padre de las tres religiones, y que aquí se encuentran las tres grandes religiones monoteístas y recuerda lo que tienen en común.

"He venido a Jerusalén en una peregrinación de fe. Agradezco a Dios la ocasión que me ha dado para reunirme con vosotros como Obispo de Roma y Sucesor del Apóstol Pedro, pero también como hijo de Abraham. Os aseguro que la Iglesia desea ardientemente cooperar por el bienestar de la familia humana", agregó el Papa.

Recuperar la libertad

El Gran Mufti, por su parte, instó a Benedicto XVI a "desempeñar un papel activo para poner fin a la agresión israelí contra los palestinos". "La paz y la seguridad de la que esta región está privada desde hace tantos años no podrán restituirse hasta que termine la ocupación israelí y nuestro pueblo recupere su libertad y sus derechos", añadió.

Mohamed Ahmad Husein reclamó también que los israelís vuelvan a permitir a musulmanes, cristianos y palestinos acceder a los lugares santos de Jerusalén, como el Santo Sepulcro y la explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la Cúpula de la Roca, llamada también mezquita de Omar y famosa por su cúpula dorada. En ese lugar está también la mezquita de Al Aksa, que es la tercera más importante para los musulmanes después de La Meca y Medina.

La Explanada de las Mezquitas está considerada tres veces sagrada. Los musulmanes consideran que la Roca es el lugar desde el que Mahoma subió al cielo. Los judíos la consideran el lugar donde Dios pidió a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac, es el lugar del templo de Salomón y donde se depositó el Arca de la Alianza. Para los cristianos, es el lugar de la profecía de Cristo sobre la destrucción del templo de Jerusalén.

En el Muro de las Lamentaciones

Desde la Explanada de las Mezquitas, el Papa se ha trasladado al Muro de las Lamentaciones, el último vestigio del templo de Jerusalén, donde ha rezado solo unos minutos y ha colocado una petición, como acostumbran a hacer los judíos entre las ranuras de sus antiguas piedras. El Pontífice leyó un salmo en latín, acompañado de un rabino que lo hizo en hebreo.

Esta es la segunda vez que una Papa visita el recinto sagrado judío, después de que Juan Pablo II lo hiciera en el año 2000 durante su peregrinación a los Santos Lugares con motivo del Jubileo de la Iglesia Católica.