El misterio envuelve la muerte de una pareja de jóvenes asesinados ayer en la localidad valenciana de Paterna. David, de 20 años, y Jessica, de 18, murieron tiroteados en la puerta de la casa de ella cuando regresaban de tomar algo en una cafetería cercana.

Eran las dos de la mañana. Jessica avisó a sus padres de que había regresado a casa y salió a la calle para acabar de despedirse de su novio. Alguien estaba esperándoles para matarlos. Los primeros indicios permiten afirmar que dispararon a bocajarro con una escopeta. Todo ocurrió en pocos segundos. Al oír los tiros, la familia de ella salió a la calle y halló los cadáveres.

La noticia corrió rápidamente por el barrio. En un bar cercano, muchos clientes sorprendidos afirmaron conocer a Jessica, hija de un empleado de la casa de la cultura. Insistieron en utilizar el relativo término de "normal" para definirla. Querían decir que se trata de una chica perfectamente integrada y ajena, según los vecinos, a cualquier vinculo con las drogas.

Según una amiga, había iniciado su actual relación tras romper con otro chico con el que había estado varios años. La Subdelegación del Gobierno no dio datos.