Es "muy probable" que un preso de la cárcel francesa de Ruán se haya comido parte del pulmón de un compañero de celda después de matarlo, según reveló ayer Joseph Schmit, fiscal de esta zona del noroeste de Francia. La sospecha de este caso de canibalismo, tras el registrado en otra prisión de aquel país en el 2004 cuando un reo le rompió la cabeza a otro y se comió parte del cerebro, se basa en que al realizar la autopsia, le faltaban dos trozos de un músculo intercostal y la parte superior del lóbulo izquierdo del pulmón. Estos elementos anatómicos tampoco fueron hallados el lugar del crimen.

El preso presunto asesino, de 35 años y que cumplía una sentencia por robo con violencia, había afirmado que se comió el corazón de otro detenido, de 31 años, después de matarlo. Los dos compartían celda con un tercer recluso. Sin embargo, el procurador no le dió crédito y rechazó esta hipótesis, ya que el corazón se encontró intacto en su sitio. Fuentes penitenciarias apuntaron que el presunto canibal pudo haber confundido el órgano con los trozos que de verdad tomó.