La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, anunció ayer la prohibición de que los patinetes eléctricos aparquen en las aceras y pidió a los operadores que limiten la velocidad de esos aparatos. Los patinetes deberán usar las plazas de aparcamiento situadas en la calzada previstas para los coches y las motos, precisó la regidora en una conferencia de prensa.

Hidalgo también quiere limitar su velocidad a 20 kilómetros por hora en la calzada, cinco menos que en la actualidad, y añadió que tendrán prohibida la circulación en parques y jardines.

Estas nuevas medidas entrarán en vigor «a principios de julio» y se toman a la espera de la aplicación de la nueva ley de orientación sobre la movilidad, que todavía está siendo debatida en la Asamblea Nacional francesa.

El mes pasado la alcaldía de la capital francesa ya había reforzado la regulación de los patinetes, con medidas como multas de 135 euros a los usuarios que circulen por la acera y de 35 euros a aquellos que los dejen en sitios que impidan el paso de los peatones.

UN NÚMERO MÁXIMO / En París hay actualmente 12 operadores y cerca de 20.000 patinetes eléctricos en circulación. Hidalgo pidió el jueves a esas compañías que reduzcan su flota hasta que el Ejecutivo francés no haya fijado su marco legal y avanzó que cuando la nueva normativa entre en vigor lanzará un concurso que limitará a tres el número de operadores y fijará un número máximo de patinetes.

La alcaldesa francesa subrayó su intención de acabar con la actual «anarquía» con la que circulan y aparcan los patines y destacó que para garantizar la seguridad vial es necesario que haya «orden y regulación». El auge de los nuevos vehículos de movilidad personal, de distintos tipos y potencia, ha irrumpido con fuerza en las principales ciudades.