El consejero delegado de Iqoxe, José Luis Morlanes, afirmó ayer que comunicaron el incidente al centro de emergencias, primero por teléfono y después por fax, tras no conseguir hacerlo por correo electrónico: «Todo pasó dentro del tiempo del protocolo de emergencias». En una entrevista de TV3 recogida por Europa Press, señaló que la capacidad de producción de la empresa está por encima de las 250.000 toneladas, contando con óxido de etileno y derivados, y que 2019 «ha sido probablemente el peor año de los últimos cuatro» y no alcanzaron las 200.000 toneladas.

Según señala la empresa, propiedad del grupo extremeño Cristian Lay, la compañía y sus empleados cumplieron con los protocolos de seguridad establecidos en los planes de autoprotección. Ante la destrucción total del centro de control por el accidente, el responsable de seguridad tomó el mando y avisó a los bomberos del Parc Químic y al 112 para alertar a los bomberos de la Generalitat, que llegaron en pocos minutos. De forma inmediata, según el acuerdo establecido entre la AEQT y el CECAT, se realizó una llamada telefónica al Centro de Emergencias de Cataluña (CECAT) que reclamó la correspondiente notificación por escrito. Ante los problemas de comunicaciones generados por el incidente, se envió un fax dentro del tiempo establecido con la información disponible en esos momentos.

El Plan de Autoprotección, añade, establece las siguientes prioridades: proteger, avisar y socorrer. Gracias a la formación de prevención de riesgos laborales que reciben los empleados de la planta, se siguieron escrupulosamente estas tres fases. La primera consistió en proteger la planta de producción de óxido de etileno y evitar daños mayores. En paralelo se avisó a las autoridades y se socorrieron a las víctimas.

ABRE UNA INVESTIGACIÓN / Iqoxe ha abierto una investigación interna para conocer las causas del incidente, pero hasta el momento no han podido acceder a la zona afectada para recabar información. Por este motivo y por respeto a las víctimas, la empresa ha pedido que no se realicen hipótesis y ha encomendado al Instituto Químico de Sarrià (IQS) la realización de una investigación independiente que permita esclarecer los motivos de la explosión de una de las cinco plantas de la factoría.

Además, niega que estuviera al límite de producción. En el momento del accidente, solo dos de los 5 reactores estaban en funcionamiento por baja demanda. Además, cada reactor tiene un doble nivel de seguridad que no permite superar el nivel de materia prima que se introduce en el. En caso de superar el nivel, la planta se para automáticamente.

Los trabajadores reciben formación de prevención de riesgos laborales cuatro veces al año, dijo la empresa, que en respuesta a las críticas de los trabajadores sobre la precariedad, Iqoxe defiende que el salario de entrada es de 32.000 euros anuales y cuestionó «si los trabajadores que cobran el salario mínimo y tienen un contrato de días dirían que esto es precarizar».