El Gobierno francés quiere forzar a los países que se exceden en la la emisión de gases contaminantes a dar un giro ecológico. Con este propósito, el primer ministro, Dominique de Villepin, anunció ayer que propondrá a la UE la implantación de una tasa sobre el dióxido de carbono (CO2) para las importaciones de los países que no se adhieran, después del 2012, al control de los gases causantes del cambio climático previsto por el protocolo de Kyoto.

"Nuestros esfuerzos no servirían de nada si fuéramos los únicos que nos comprometiéramos por el futuro del planeta", argumentó.