"O se van ellos (los gitanos) o nos acaban matando a todos". Los vecinos payos de Cortegana, un pueblo de la sierra de Huelva, justifican así los altercados del domingo por la tarde en el barrio de Las Eritas, donde vive gran parte de la comunidad gitana, a la que culpan del aumento de delitos en los últimos cuatro años. El ayuntamiento pedirá hoy a la Delegación del Gobierno más policías para evitar nuevos incidentes, pero reconoce que "algunos exaltados están caldeando los ánimos" y quieren tomarse la justicia por su mano.

Aunque las quejas han sido frecuentes, el detonante fue la detención de dos individuos de etnia gitana acusados de la muerte, a principios de enero, de un hombre de 55 años deficiente mental. Los detenidos son miembros de la familia Montoya, a la que los vecinos acusan de tres de los cinco asesinatos registrados en el pueblo en 10 años. Tras el último crimen se han repetido las reuniones en el consistorio y las protestas pacíficas en demanda de más policías. La última de ellas, el domingo.

Era un acto tranquilo, con la asistencia de 2.000 de los 5.000 habitantes de Cortegana, pero se alteró a su paso por delante el cuartel de la Guardia Civil, donde los vecinos hicieron una gran pitada antes de encaminarse a Las Eritas. Allí, al grito de "asesinos" y "cobardes, os vamos a matar", algunas personas empezaron a destrozar coches, patear las puertas de las casas y apedrearlas, subiéndose a tejados y quemando incluso un pajar. Algunos vecinos llegaron a forcejear con los antidisturbios cuando éstos trataron de frenar el vandalismo.

"Creía que no salíamos vivos de allí", relata Rosario, vecina de una de las viviendas atacadas, "y los niños estaban muertos de miedo porque pensaban que iban a entrar en casa". "Pagamos justos por pecadores", apunta otra.

Los vecinos niegan ser racistas, pero dicen que tienen miedo. "No es normal que una misma familia haya matado a tres personas", dijo una mujer que no quiso identificarse.

Frente a esto, la comunidad gitana lamenta que "cuando ha habido muertes entre payos nadie ha protestado", y condenan que los vecinos se tomen la justicia por su mano. "Somos seres humanos como los payos y tenemos los mismos derechos", afirman.