Cada tarde se repite una escena en empresas españolas de toda condición cuando algún osado trabajador enfila el camino de vuelta a casa antes de lo acostumbrado. Indefectiblemente, se expondrá a los comentarios jocosos de los compañeros. "¿Ya te vas? ¡Pareces un funcionario!", le soltará, seguro, alguno.

Más allá de estereotipos, chascarrillos y comparaciones odiosas, la Administración pasa por ser una excepción en la organización de la jornada profesional frente al trajín de horarios con que se manejan la mayoría de las empresas. Ni la extensión de la actividad laboral a 37,5 horas ha restado valor al empleo público como una referencia para armonizar la faceta laboral y la personal. Pero, ¿cuál es la contribución real de las instituciones a la racionalización de horarios? ¿Cuándo convocan actos? ¿Predican con el ejemplo o la conciliación es un discurso vacío sin incidencia en la planificación laboral de políticos y cargos?

El Gobierno dice tomarse en serio la conciliación pero su única medida concreta la presentó ayer la ministra de Sanidad e Igualdad, Ana Mato, al año y medio de ganar las elecciones: una subvención a 12 proyectos municipales para crear guarderías en polígonos industriales. Si es que eso es conciliación.

El Congreso de los Diputados, en cambio, ha tomado la iniciativa al crear una subcomisión de racionalización de horarios, conciliación y corresponsabilidad que en unas semanas emitirá un dictamen con recomendaciones al Ejecutivo y a los partidos. La impulsora de este órgano temporal, la diputada de CiU Lourdes Ciuró, no se hace muchas ilusiones, dado el carácter de simple recomendación que tendrá el documento, pero cree que han surgido algunas propuestas que podrían llevarse adelante.

ASIGNATURA PENDIENTE Ciuró reconoce que los políticos son uno de los sectores donde la conciliación es una clarísima asignatura pendiente y no siempre lo justifican sus tareas. Ante la subcomisión, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Prensa de España, Elsa González, sacó los colores a los partidos por hacer ruedas de prensa y actos o lanzar notas en "horarios inconcebibles en Europa".

Muchos debates parlamentarios que empiezan por la tarde se alargan hasta casi la hora de la cena "sin ninguna necesidad", por lo que CiU también propondrá fijar una hora obligatoria de finalización. Tras muchos años de reclamaciones, el Congreso acepta la posibilidad de que las diputadas puedan votar en casa durante la baja maternal.

Los buenos propósitos del Govern, el actual y el anterior, a este respecto son tan antiguos como incoherentes con su agenda de actividades. Prácticamente todas las cumbres convocadas por el presidente Artur Mas en esta legislatura se han celebrado por la tarde. Y la que finalmente se desconvocó, sobre políticas sociales, tenía previsto celebrarse un sábado por la mañana, cuando finalmente se organizó una reunión informal.

Los mecanismos municipales no parecen ser el paradigma a seguir respecto a la utilización del tiempo. Sirvan como ejemplo las comisiones previas que se celebran cada semana de pleno en que se abordan asuntos de interés para la ciudad. Las sesudas sesiones nunca empiezan antes de las 9.30 de la mañana, y por la tarde, muchas veces, se mantienen reunidos desde las cuatro y media hasta las nueve de la noche.