La Policía ha acusado de cuatro delitos a las seis personas detenidas hasta ahora como presuntos autores del ataque ocurrido anoche en la librería Blanquerna de Madrid, donde se celebraba un acto con motivo de la Diada de Cataluña, en la que se produjeron cinco heridos leves.

Fuentes policiales han informado a Efe de que los detenidos están acusados de lesiones, desordenes públicos, daños y un delito contra los derechos fundamentales y lesiones.

Los arrestados hasta ahora, cinco hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 23 y los 56 años, pertenecen a organizaciones de ultraderecha como Falange y Democracia Nacional.

Permanecen en dependencias policiales de Moratalaz, donde agentes de la Brigada Provincial de Información les toman declaración a la espera de ponerlos a disposición de la autoridad judicial.

La operación policial continúa abierta y se esperan más detenciones, ya que en los incidentes participaron un grupo de entre 15 a 20 personas.

La Policía ha determinado que en los radicales arrojaron un gas vesicante, conocido como "gas pimienta", lo que provocó irritación en los ojos y garganta de numerosas personas que asistían al acto que se iba a celebrar en el centro cultural.

Los radicales entraron con banderas españolas y símbolos de grupos ultraderechistas al centro Blanquerna profiriendo gritos de "Cataluña es España" y tras agredir a algunos de los asistentes, entre ellos a al menos un diputado catalán, y lanzar gases irritantes, arrancaron la senyera que presidía el acto.

Cinco personas resultaron heridas leves en los hechos, tres de las cuales fueron trasladadas a los hospitales Ramón y Cajal y Doce de Octubre, y a otras dos dadas se les dio de alta tras ser atendidas en el lugar de los hechos.

Poco después de producirse el incidente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lamentó en declaraciones a Efe el "bárbaro atentado" y destacó que se trataba de un "incidente minoritario".

Además, adelantó que la Policía trabajaba sobre pistas muy seguras y que pronto se iban a producir las primeras detenciones, que se produjeron pocas horas después de los hechos.