Si todo el hielo que permanece atrapado en el gélido polo sur de Marte se derritiera, la superficie del planeta quedaría cubierta por una capa de agua de aproximadamente 11 metros de profundidad. Y de agua, además, bastante pura.

Esta son las contundentes conclusiones a las que ha llegado un equipo internacional de científicos tras analizar las imágenes de radar captadas en los últimos meses por la sonda europea Mars Express , lanzada en el 2003 y que actualmente orbita alrededor del planeta rojo. El depósito, que tiene una extensión comparable a la de España, es superficialmente mucho más pequeño que el del hemisferio norte, pero su grosor es espectacular: nada menos que 3,7 kilómetros en las zonas con más hielo, aunque lo habitual oscila entre uno y tres.

La investigación, cuyos detalles se publican hoy en la revista Science , es el estudio más detallado hasta la fecha sobre el grosor de un casquete marciano. La sonda norteamericana Mars Global Surveyor , por ejemplo, sugirió en 1998 que en el polo norte había tanto hielo como en Groenlandia, pero sus indicios fueron mucho menos concluyentes. Y lo mismo sucedió en noviembre del 2005, cuando los instrumentos de la Mars Express también detectaron hielo en el polo norte. "Aunque se habían hecho algunas estimaciones, nunca como ahora", destacó ayer la NASA en un comunicado.

"Aunque la composición exacta de estas capas de hielo aún sea desconocida, se cree que probablemente se trata de agua congelada, lo que representaría la mayor reserva de agua de ese planeta descubierta hasta ahora", escriben los científicos en Science . No obstante, aún no está claro si es un único depósito o varios próximos. La Mars Express ha calculado que el hielo del polo sur tiene una densidad muy cercana a uno, lo que sugiere que está constituido de agua en más del 90%. Hay también polvo, pero menos de lo que se había sugerido, y una pequeña cantidad de dióxido de carbono congelado en la superficie, que es lo que visualmente le confiere el aspecto blanco.

"Hemos recurrido a las mismas técnicas utilizadas en la Tierra para estudiar los casquetes polares y los glaciares", explican los científicos. El radar empleado es de fabricación italo-estadounidense.