Dos mujeres, que hubieran necesitado iniciar sesiones de diálisis de inmediato, recibieron el pasado 21 de julio un riñón que sus maridos habían donado para ellas, pero que hubo de intercambiar entre ambas para hacerlos compatibles con su grupo sanguíneo y sistema inmunológico.

LAS RECEPTORAS Una es andaluza y la otra aragonesa, y las dos se encuentran bien y en casa. Los trasplantes se hicieron en el Hospital Virgen de las Nieves, de Granada, y en el Hospital Clínico, de Barcelona. Los equipos quirúrgicos empezaron a operar a la misma hora del mismo día, para evitar que la eventual mala evolución de una de ellas hiciera cambiar de opinión a su marido, que debía ser donante de riñón para la otra.

Es el primer cruce de parejas donantes de riñón incompatible que se realiza en España, y la experiencia ha exigido una compleja estructura médico--jurídica que debía asegurar tanto el anonimato y la confidencialidad de los cuatro protagonistas --no se conocen entre ellos-- como el respeto a la ley española de trasplantes, que dice que el destino de un órgano donado por una persona viva siempre debe ser una persona determinada que, como es lógico, siempre suele ser un familiar.

Es el único supuesto en que donante y receptor pueden conocerse. En el caso del cruce de parejas, no obstante, este requisoto se soslayó con la intervención de un juez, que certificó el anonimato entre las cuatro personas intervenidas. Esta opción será a partir de ahora un recurso más para reducir las listas de espera de quienes precisan un riñón ajeno, demora que afecta a cervca de 4.000 españoles en la actualidad.

El día de las operaciones, las enfermas permanecieron en sus hospitales, una en Granada, otra en Barcelona. Sus maridos viajaron a la ciudad de la receptora, donde se les extrajo un riñón --por técnica laparoscópica con cánulas y sin herida de bisturí-- lo que les permitió recuperarse en un par de días.