El colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas Hetaira convocó ayer en Madrid a un centenar de personas para pedir al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, una reunión y negociar la búsqueda de "espacios dignos" en los que poder ejercer una actividad que quieren sea legítima y reconocida como una más.

Alrededor de un centenar de personas, la mayoría de ellas prostitutas, se manifestaron en Montera, una calle en la que habitualmente ejercen esta actividad, hasta la Puerta del Sol.

Con una pancarta principal en la que se podía leer: "No a la persecución, negociación de espacios", las trabajadoras del sexo, como se autodenomina el colectivo, reivindicaron los mismos derechos que el resto de trabajadores, el pago de impuestos y recibir del Estado las mismas prestaciones.

"Estamos hartas de que nos mantengan en la alegalidad, queremos que nuestra actividad sea legítima y reconocida como una labor más", señalaron en un manifiesto leído al final de la marcha.

Las prostitutas, muchas de ellas con careta y que han coreado gritos como "estamos hasta las tetas de tanto político chuleta", pidieron espacios donde poder trabajar tranquilas, con mayor seguridad, limpios, con papeleras, con sitios para descansar, tomar un café, bien alumbrados y con buenos accesos.

Todo esto, están convencidas, ayudará a que la sociedad las vea "como unas ciudadanas más y no como marginales" y a reducir el número de agresiones que reciben.

Además, denunciaron estar "hartas" de que se diga que todas son víctimas de trata. En este sentido, Cristina Garaizabal, portavoz de Hetaira, indicó que estas mujeres trabajan de manera voluntaria y quieren encontrar lugares negociados con el Ayuntamiento y el vecindario donde puedan trabajar tranquilas y en mejores condiciones.