El Gobierno ha incumplido los sucesivos plazos que se ha autoimpuesto para llevar a la práctica su compromiso de aprobar una norma que deje en papel mojado la actual ley del aborto, para desesperación de los colectivos provida y el ala dura del PP. Pero todo indica que el Ejecutivo cumplirá con su promesa este mes. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que su intención es que la nueva ley de interrupción voluntaria del embarazo --posiblemente la más dura de la democracia-- vea la luz este mismo mes.

En una conversación informal con periodistas con motivo del 35 aniversario de la Constitución, argumentó que no ha podido cumplir con este compromiso hasta el momento porque su prioridad ha sido superar la crisis. Por tanto, una vez que el Ejecutivo cree cumplido su trabajo de aprobar los recortes más serios y las reformas que juzga necesarias para asentar la recuperación económica, se va a poner manos a la obra.

De aquí a final de año quedan tres consejos de ministros por celebrar, donde podría aprobarse la polémica nueva ley de interrupción del embarazo. La vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, fue más prudente ayer que su jefe y no quiso apostar por una fecha concreta para dar salida al proyecto. Sí avisó de que, en principio, no está incluido en el orden del día del consejo del 13 de diciembre. Si no hay cambios de última hora, la reforma del aborto se aprobaría por tanto el 20 de diciembre --en un Consejo de Ministros que no presidirá Rajoy porque acudirá a Bruselas al Consejo Europeo--, o el 27 de ese mes, día en que el jefe del Ejecutivo comparece tras la reunión del gabinete para hacer el balance anual.

La reforma del aborto levantará polvareda y, según fuentes gubernamentales, "no dejará satisfecho a nadie", ni a izquierda ni a derecha. Está por ver el resultado de un texto que ha sido elaborado por el equipo del ministro Alberto Ruiz-Gallardón y que sólo conoce la cúpula del Gobierno. El trabajo se ha hecho con secretismo y de espaldas al PP, que desconoce el texto. Solo se sabe que será restrictiva.

ESTA CASI HECHO Gallardón aseveró esta semana que el anteproyecto "está sustancialmente hecho", a falta de los "últimos matices". La nueva norma derogará la actual ley de plazos --acabará con el aborto como derecho-- y solo lo permitirá en supuestos que serán, con probabilidad, más restrictivos que los que había en la legislación de 1985. Desaparecerá el reproche penal para las mujeres que se sometan de forma ilegal a una intervención. Además se impedirá que las menores puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus padres.

Es previsible que hasta el último momento se busque cómo cumplir con la recomendación de la ONU de impedir el aborto por malformación en el feto. Cabe la posibilidad de que se restrinja completamente o que se facilite en caso de que la embarazada alegue incapacidad para cuidar del niño. El Gobierno prevé aprobar un plan de ayuda a las familias.