Fiesta y alegría. Pero sin olvidar la serenidad y la austeridad porque el 11-M está demasiado cerca. El 22 de mayo, el día de la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, que contará con 1.600 invitados en vez de los 1.400 previstos inicialmente, la capital se pondrá guapa. Se vestirá de blanco, plata, amarillo y rosa. Los andamios serán cubiertos con lonas artísticas. Los edificios más emblemáticos de la capital serán iluminados. Habrá música por todos los rincones y se repartirán abanicos de color plata entre el público. Sin embargo, habrá un homenaje para las víctimas de los atentados de marzo.

En la glorieta de Atocha, los operarios instalarán El bosque de los ausentes , que estará formado por 192 cipreses y olivos plantados en macetas, en recuerdo de los que murieron asesinados por los terroristas. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), y el decorador barcelonés Pascua Ortega ofrecieron ayer los detalles de la operación embellecimiento, que comenzará el próximo lunes.

El alcalde insistió en que los madrileños no deberían ver la boda como un desembolso millonario sino como "una inversión" de la ciudad en imagen, que es justo lo que Madrid necesita tras el 11-M. El ayuntamiento ha elaborado un logotipo para la ocasión, obra del diseñador gráfico Jacobo Pérez-Enciso, en el que los protagonistas son la letra m , el nombre de Madrid y la fecha del enlace.

SE BUSCA A DAVID FLORES El Juzgado de lo Penal número 12 de Valencia dictó ayer una orden de búsqueda y captura de Antonio David Flores, exesposo de Rocío Carrasco, por no presentarse al juicio que debía celebrarse el lunes contra él por un presunto delito de calumnias e injurias sobre la actual pareja de Carrasco, Fidel Albiach, al insinuar que traficaba con drogas.