En tiempos de crisis no hay cantidad pequeña. Ni siquiera para algunos falsificadores de dinero, que han decidido diversificar el negocio hacia las monedas. Los billetes siempre habían resultado más llamativos para este gremio por la cantidad de ceros que arrastran y porque la imitación es más barata. O era, porque el Cuerpo Nacional de Policía ha requisado en Sevilla más de 600 piezas de pega de dos euros que se habían introducido en España procedentes de China. En la operación Martillo , desarrollada bajo la tutela de la Audiencia Nacional, ha sido arrestada una china.

La detenida, quien según los investigadores gozaba de un elevado nivel de vida y manejaba grandes sumas de dinero en este tipo de monedas, llegó incluso a efectuar copiosos ingresos en entidades bancarias sin que estas detectaran ninguna irregularidad, lo que demuestra la gran calidad de las piezas.

Las fuerzas de seguridad del Estado indagan ahora si el género entraba en España camuflado en contenedores junto a otros objetos, dado que las actividades de las personas involucradas en este tipo de hechos están relacionadas con la importación y venta de diversas mercancías.