El hallazgo de carne de caballo en los análisis practicados a productos alimenticios en los que no figuraba como ingrediente en el etiquetado originó ayer la retirada del mercado de artículos culinarios de las multinacionales Ikea y Nestlé. La firma de muebles sueca comunicó su decisión de dejar de comercializar de forma inmediata las albóndigas en las tiendas de alimentación y restauración de 14 países de Europa (España incluida) tras conocer el resultado de las pruebas realizadas en la República Checa que muestran restos de carne equina en el producto.

La decisión se produce como medida preventiva, pese a que los tests practicados por Praga solo afectan a un lote de albóndigas disponible, mientras no se disponga de los resultados de las nuevas pruebas que se conocerán en los próximos días, según informó la empresa sueca en un comunicado. "No permitimos ningún ingrediente en nuestras recetas que no esté especificado en las mismas, asegurando su cumplimiento mediante un conjunto de estándares, certificados y análisis de productos realizados por laboratorios acreditados", explica Ikea en el texto.

En España, Nestlé ordenó la retirada de seis productos con carne de vacuno de Servocar, tras localizar en uno de ellos, los canelones La Cocinera, trazas de ADN de caballo en un porcentaje de más del 1%. La cifra excede el umbral que determina cuando un producto está adulterado.