¿Es indecente llamar a un modelo de cama infantil Lolita? La bienpensante sociedad inglesa así lo cree. La cadena de tiendas Woolworths tuvo ayer que retirar de su catálogo en Internet una cama de color rosa, pensada para niñas de seis años, después de una agrupación de padres denunciara el nombre, asociado con la precocidad sexual de la protagonista de una novela universal. La obra que Vladimir Nabokov escribiera en 1955 describe la relación incestuosa de una chica de 12 años y su padrastro.

A pesar de ser un relato mundialmente famoso, los empleados de Woolworths aseguraban desconocerlo. "Lo que ha ocurrido es que el personal que lleva el portal nunca ha oído hablar de Lolita y francamente, tampoco el resto", declaró un portavoz. "Hemos tendido que mirar en Wikipedia para enterarnos de quién es Lolita", añadió. Pero la ignorancia supina no vale como explicación para Catherine Hanly, editora de la revista en la web dirigida a los padres Raisingkids , porque "cabe esperar que una compañía como Woolworths conozca las connotaciones de un nombre convertido en sinónimo de sexualidad precoz".

No es la primera vez que las referencias sexuales en marcas para niños provocan polémica. La más importante cadena de papelerías del Reino Unido, WH Smiths, fue criticada por vender cuadernos con el conejito de Playboy, símbolo del imperio porno. Los almacenes BHS, retiró una línea de ropa interior para preadolescentes, con un diseño demasiado sexy. Los supermercados Tesco suprimieron una versión de juguete del pole-dancing, la barra fija donde en algunos locales las chicas bailan semidesnudas.