La irritación que Benedicto XVI ha provocado en la comunidad científica internacional al cuestionar la eficacia del preservativo en la lucha contra el sida difícilmente podría tener un altavoz más autorizado que la revista británica The Lancet , considerada, junto con la estadounidense New England Journal of Medicine , como la publicación médica más influyente del mundo. Y esta vez The Lancet ha sido contundente. En un editorial de insólita dureza que aparece en el número que hoy mismo se distribuye, el semanario acusa al Pontífice de haber llevado a cabo un ejercicio de "manipulación" de la verdad científica que ha puesto en peligro "la salud de millones de personas", y le exige por ello una rectificación en toda regla.

La actitud intransigente de la alta jerarquía católica respecto al uso del condón ya había sido denunciada desde The Lancet . Pero en esta ocasión, la revista considera que el Papa ha cruzado la frontera de lo admisible al afirmar, de camino a su primera visita apostólica a Africa --un continente castigado por el sida--, que la distribución de condones no solo no soluciona el problema de la infección, sino que "lo agrava". La revista sugiere incluso que Benedicto XVI es consciente de la falsedad que encierran sus palabras pero antepone a la verdad el propósito interesado de extender su fe.