José Garrido y Luis David abrieron ayer la puerta grande oliventina, mientras Toñete, que debutaba en Olivenza como matador de toros, sufrió una cogida que al principio no pareció de gravedad mas terminó como cornada interna. Triunfo importante el del extremeño y el del mexicano, aunque de distinta entidad. Mucho más importante lo de José Garrido, y más liviano lo del azteca.

Lo indudable fue que José Miguel Arroyo, Joselito, echó una gran corrida de toros. Primero en cuanto a su presentación, con eso que tan agradable para el aficionado que es mandar una corrida pareja de hechuras. Después inconfundible por delante, tal vez no muy aparatosa, pero seria porque los toros enseñaban las puntas, armados en delantero. Y variada de comportamiento, con un toro excelente, que fue el cuarto, y un quinto que rozó lo superior. Con un primero noble pero blando, un segundo manso pero enclasado, un tercero al que faltó entrega y un sexto pronto parado.

Buen tranco de salida el toro que abrió el festejo, pero blandeó. Un puyacito sin meter las cuerdas y brindis de José Garrido al público.

Toro enclasado pero de pocas fuerzas, quería ir hacia delante pero le costaba. Faena inteligente de Garrido por ambos pitones, le daba tiempos entre series y entre muletazos, que brotaban limpios, llevando a un animal que dijo poco pero al que exprimió en un trasteo largo y solvente para tapar defectos y aflorar lo mejor del toro, que era la nobleza.

Castaño albardado el cuarto, por entonces la corrida iba impecable de presentación por reunida y pareja de hechuras. Buen capote el de Garrido, con un quite por aragonesas de los que es raro ver pero muy conseguido.

Comienzo vistoso en los medios, rodilla en tierra, obligaba al animal pero lo llevaba hacia delante. Serie con la diestra muy lograda, se mecía con el astado. Mano baja, toreo intenso, series largas. Al natural, pases profundos, Garrido en sazón ante un buen toro al que entendió y le hizo ir a más con cabeza y temple. Toro que duró y siempre tomó el engaño por abajo, con entrega. Faena que crecía, larga e intensa, bien rematada con la espada. Dos orejas a ley.

José Garrido mato el sexto porque Toñete estaba en la enfermería. Reunido el animal y con buen tranco de salida, al que correspondió el buen capote del diestro, a la verónica pero también variado en un garboso galleo por chicuelinas y un quite por el mismo lance, ajustadas, llevando al animal toreado.

Brindis a Pepe Moral, de torero a torero, e inicio de faena desde los medios de rodilla. Toro que se empleó mucho en el caballo y sangró abundantemente, por lo que pronto comenzó a tardear, e incluso se echó. Siguió su lidia, pero ya con el animal agotado.

Bonito el primero de Luis David, metía bien la cara y lo lanceó con poco ajuste. Rajado a tablas el animal, que humillaba en los capotes y se fue al relance al picador que guardaba la puerta. Manso con buen tranco, dio una vuelta de campana cuando Luis David cayó ante él al rematar un quite por gaoneras. Toro bien lidiado por Jarocho, se dolía en banderillas y se defendía.

Brindis al público. Comienzo de faena de rodillas en los medios para seguir en redondo. Toro de dulce embestida, ligaba los muletazos en redondo con la diestra. Al natural, un punto mas desigual, el astado a menos, el mexicano le aguantaba y lo quería llevar hasta el final. Benardinas finales, estocada muy caída y oreja.

También armado en delantero el quinto, de bonitas hechuras, al que toreó a la verónica Luis David con poco ajuste. Puyazo y quite por zapopinas, muy vistoso por sorpresivo y con él calentó los tendidos el menor de los Adame.

Buen quinto / Dicen que no hay quinto malo y ayer no lo hubo. Con esa bravura de los toros que no paran de embestir, que mantiene su celo a lo largo de toda su lidia. Dijo mucho ese animal, más que el torero, que dio muchos pases pero sin ajuste, despegado, jaleado por el público, bien es verdad, pero sin que en ese toreo del mexicano hubiera la intensidad que, además de la ligazón, brota cuando el torero se pasa cerca al toro. Aunque en las tablas al final, murió ese astado como los bravos, resitiéndose. Lo mejor de Luis David fue la estocada recibiendo. Cortó dos orejas.

Colorado el tercero, un punto bizco del pitón izquierdo, bien hecho, al que Toñete recibió a la verónica, buenas las dos medias. Bien picado, a punto de derribar, se agarró bien el del castoreño y salió suelto.

Brindis al público. Toro que iba y venía pero al que faltó entrega, le faltó final. Faena más voluntariosa por ambos pitones que de entidad, lo llevaba Toñete pero el final del muletazo resultaba deslucido. Estocada, se quedo en la cara y sufrió lo que parecía un puntazo pero en realidad era una cornada interna en el muslo derecho. Oreja que no recogió por pasar a la enfermería en brazos de su cuadrilla.