Al menos 72 personas, 41 de ellos niños, murieron sepultadas debido al terremoto que sacudió el sur de Kirguizistán, limítrofe con China, y que llegó a alcanzar los 8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter.

"Como resultado del seísmo en la localidad de Nura han muerto 41 niños, 30 de ellos menores de siete años y once en edad escolar", señaló ayer Madamín Karatáyev, viceministro de Sanidad de ese país centroasiático. Además, perdieron la vida 12 ancianos y 19 adultos, mientras los equipos de salvamento buscaban a un niño y un adulto en esa aldea montañosa de difícil acceso por carretera.

Los mayores destrozos tuvieron lugar en la pequeña localidad de Nura, de menos de un millar de habitantes, muy cerca de China y a unos 50 kilómetros de Tayikistán, donde se localizó el domingo el epicentro del seísmo.

"El pueblo ha quedado prácticamente en ruinas. Resultaron destruidas 120 casas", aseguró Kamchibek Tashíev, ministro de Situaciones de Emergencia, citado por las agencias rusas. También cifró en más de un centenar el número de heridos.