Vuelta a la casilla de salida. El proceso de regularización de inmigrantes llevado a cabo por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la primera mitad de la legislatura --y que tantas críticas mereció de sus socios europeos, entre ellos, las del entonces ministro del Interior francés, y hoy candidato al Elíseo, Nicolás Sarkozy-- ha supuesto poco más que aplicar un paño caliente sobre una hemorragia. Dos años después, España vuelve a tener entre 750.000 y un millón de inmigrantes en situación irregular, según SOS Racisme.

En el último informe anual de la oenegé, presentado simultáneamente ayer en varias ciudades españolas, SOS Racisme afirma que el 15% de las 557.800 personas que en el 2005 regularizaron su situación no han conseguido renovar sus permisos en el 2006 y han vuelto a engrosar las listas de indocumentados. El grueso del nuevo contingente de sin papeles, con todo, lo forman los llegados desde el 2005 más los que no pudieron acceder a la regularización. La conclusión, en palabras de la portavoz de SOS Racisme en Catalunya Begoña Sánchez es que España vuelve a estar como antes porque el proceso de regularización "no abordó las causas" de la inmigración.

6.000 MUERTOS Entre estas estaría la desesperación que mueve a los inmigrantes a lanzarse al mar en embarcaciones construidas por ellos mismos. Así, en las costas africanas se han recuperado unos 600 cadáveres de personas que intentaban llegar a Canarias, aunque el Gobierno insular estima que fueron 6.000 los inmigrantes que murieron en el intento en el 2006.