Spanair cumplió su palabra y comenzó ayer a abonar a los familiares de los heridos y fallecidos un anticipo de 25.000 euros (5.000 más de lo que exige la ley) a cuenta de la indemnización que recibirán por el accidente de Barajas. Pero la mayoría de ellos siguen más pendientes de enterrar a sus muertos, de que los cuerpos sean identificados y de que los heridos se recuperen. A última hora de ayer, con el empujón que se le dio durante toda la jornada a las pruebas de ADN, quedaban menos de un tercio de cadáveres por identificar. De los 153 cuerpos que se encontraron en el avión siniestrado, faltaban por recibir un nombre poco más de 40.