Con una convocatoria a través de la red social ´Tuenti´ surgió el peculiar grupo de teatro Simbiosis, formado por catorce jóvenes placentinos que se conocieron en el Espacio para la Creación Joven (ECJ) de Plasencia y que han sorprendido a los ciudadanos con sus montajes de teatro de calle, conocido como happenings .

Los tiempos cambian y ahora varios miembros del grupo forman parte de la plataforma local de Democracia Real Ya. Pero su reivindicación actual no se desliga del mundo teatral, porque han formado un grupo teatral dentro de la plataforma para desarrollar performances y happenings por las calles de Plasencia, "que estén relacionadas directamente con las peticiones que la plataforma Democracia Real Ya está realizando y que den un poco que pensar a los ciudadanos que lo presencien" señala David García uno de los componentes de este grupo teatral.

La plataforma está ultimando las acciones que llevarán a cabo a lo largo de los meses de julio y agosto y decidirán el programa de actuaciones en una nueva asamblea que el colectivo realizará mañana, a las 16.00 horas en el parque de La Isla.

ANIVERSARIO Por otro lado, los miembros de Simbiosis se reunirán en agosto "para celebrar nuestro segundo aniversario como colectivo" señala García, "porque queremos seguir adelante con este proyecto, aunque nos cueste esfuerzo porque muchos de nosotros estamos estudiando en diferentes ciudades". Desde Simbiosis aseguran que lo que de verdad les llena son los espectáculos que ellos mismos idean y hacen realidad en Plasencia. "Lo que nos gusta es ofrecer espectáculo y recibir atención, porque nosotros damos mucho al público y también recibimos, aunque sea una sonrisa, no podemos actuar si el público no resulta receptivo", aseguran desde este colectivo juvenil, formado por jóvenes de entre 17 y 21 años.

Su objetivo también es promover la cultura, ahora desde la plataforma Democracia Real Ya, "porque nuestras actuaciones siempre tienen un mensaje, un significado" argumentan desde el colectivo. Para ello, han bailado valses a cambio de una sonrisa y han repartido poemas por la calle. No se olvidan de sus narices de payaso y se emocionan cuando arrancan una sonrisa a una anciana o cuando un niño les abraza.

Todavía recuerdan su primera actuación, cuando se congelaron todos a la vez en pleno centro de la capital del Jerte para hacer ver a las personas "que tienen que tomarse su tiempo, que van muy agobiados y somos nosotros los que vamos rápido, no el tiempo". También convirtieron la puerta del ayuntamiento en una cala playera, ataviados con bañadores y equipados con sombrillas y toallas porque "las vacaciones son un estado mental".