Mérida vive esta semana una de sus citas anuales más esperadas. La que atrae en torno a 15.000 alumnos procedentes de toda España para asistir a las representaciones del Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino, un certamen más que consagrado después de catorce años inculcando la cultura clásica entre los más jóvenes de la mejor manera que nos ha sido legada: sobre un escenario.

Pero no sobre un escenario cualquiera. El teatro romano de Mérida, símbolo del legado patrimonial emeritense, uno de los mayores retos a los que aspira cualquier actor profesional, abre sus puertas durante cuatro días para jóvenes estudiantes. Fueron los del IES Santa Eulalia, centro anfitrión y fundador del festival, quienes pusieron en escena un fragmento de la obra Coéforas . Tras este espectáculo inaugural, los chicos del IES Santo Domingo del Puerto de Santa María representaron La mujer en la tragedia , basado en textos de Esquilo, Sófocles, Eurípides y García Lorca.

Al término de la obra, las calles del centro de la ciudad fueron tomadas por los habituales grupos de estudiantes. Las tiendas, las terrazas y los parques públicos presentaban una de las estampas más habituales de la primavera emeritense. Y es que este certamen, además de su vertiente cultural y educativa, supone una buena oportunidad de negocio para el sector servicios de la ciudad --incluidos los hoteles-- que se prepara para atender a esta juvenil clientela.

Para fomentar alternativas de ocio saludable, el ayuntamiento ha programado actividades junto al Teatro Romano que incluyen visitas guiadas al conjunto monumental, talleres de manualidades, de baile o de música. Se trata de entretener a los chicos hasta la representación de la tarde. Ayer fue el turno de Rudens , de Plauto, a cargo de los alumnos del mismo grupo del Puerto de Santa María. La presencia de los miles de jóvenes en las calles emeritenses será una de las tónicas habituales para la ciudad hasta el viernes, que es cuando finalizan las representaciones.