Telefónica ha creado una oficina del cambio climático y sus objetivos son reducir el 30% las emisiones indirectas de dióxido de carbono con respecto al 2007. El año pasado, la operadora presidida por César Alierta logró reducir la emisión de 185 toneladas mediante la implantación diaria del teletrabajo y las videoconferencias como sustitutos de las reuniones presenciales.

El plan de la operadora se apoya en el uso intensivo de las telecomunicaciones como parte de la solución al cambio climático al reducir el empleo de energías primarias. Según los datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), este sector podría ayudar a reducir más de 48,4 millones de toneladas de dióxido de carbono.