Un seísmo de 4,4 grados en la escala de Richter sacudió ayer, a media tarde, la isla de El Hierro. Este ha sido el más fuerte de todos, después de que por la mañana se produjera uno de 4,3 grados, la misma magnitud que el del 8 de octubre, un día antes de que en las aguas próximas a La Restinga, en el sur de la isla, se iniciase la erupción volcánica submarina que obligó a desalojar a los 500 vecinos de la localidad. Estos fueron autorizados a pernoctar de nuevo en sus casas el 21 de octubre, pero muchos no han vuelto y la actividad turística ha desaparecido.

La sacudida más intensa de las más de 40 de ayer se situó al noroeste del municipio de Frontera, donde ha habido las más violentas de los últimos días, y cuya población sigue los acontecimientos con creciente temor. Los científicos no descartan otra erupción en esa zona, aunque no inminente.

En previsión de una nueva alerta, la Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzó ayer a movilizarse para llevar hasta El Hierro el material necesario para instalar un campamento para 1.200 damnificados. La Cruz Roja dispone en la isla de infraestructura para montar un campo para 500 personas.

MUY EXPLOSIVO

Un equipo de geólogos de la Universidad de Barcelona, que ha analizado el material expulsado, aseguró ayer que el magma es potencialmente muy explosivo y alertan de que puede haberse "subestimado el riesgo durante las primeras semanas de la erupción, que sigue en plena actividad".

Los primeros piroclastos (material magmático) lanzados por la erupción volcánica en el Mar de las Calmas, en El Hiero, están formados por basalto y traquita, según los resultados de los análisis realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Los resultados, que fueron trasladados al comité científico del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánica (Pevolca), especifican que los fragmentos están formados por una mezcla entre dos materiales magmáticos, uno negro (basalto) y otro blanco (traquita) y explica que no se ha producido reacción química entre ambos materiales.

Pevolca informa de que las traquitas son volumétricamente poco significativas y el basalto es el magma más común en la erupción de El Hierro, tiene un 43% de dióxido de silíceo, alcanza una temperatura de 1.200 grados y una densidad de 2700 kg/m3.