El personal de tierra del operador británico de aeropuertos BAA -propiedad del grupo español Ferrovial- ha aprobado la convocatoria de una huelga este mes de agosto para reclamar mejores salarios. La medida afecta a seis aeropuertos, entre ellos dos de los londinenses, Heathrow y Stansted. El de Gatwick está operado por otra compañía.

El sindicato convocante, Unite, asegura que dos tercios de los trabajadores han respaldado la propuesta (2.263 sobre un total de 3.054). El sindicato se reunirá el próximo 16 de agosto para decidir las fechas, aunque deben dar un margen de al menos siete días.

Los convocados a la protesta son el personal de tierra, los guardias de seguridad, los bomberos y los ingenieros, personal esencial para que funcione un aeropuerto. Los trabajadores quieren presionar a la empresa para que reconsideren lo que califican de oferta salarial "miserable" del 1% este año, tras una congelación de sueldos en el 2009.

La legislación británica establece unos servicios mínimos para bomberos y puertas de seguridad, pero la protesta podría obligar a cerrar varios aeropuertos, entre ellos dos de los londinenses, Heathrow, el de mayor tráfico de Europa, y Stansted. También afecta al de Southampton (sur de Inglaterra) y los escoceses de Edimburgo, Glasgow y Aberdeen. Por los aeropuertos afectados transitan una media de 300.000 personas, aunque solo por Heathrow pasan más de 200.000.

'SOLO HACER DAÑO'

Antes de conocerse la noticia, el primer ministro, el conservador David Cameron, manifestó que un paro de los aeropuertos no conseguirá nada "aparte de causar daño" a numerosas personas. Cameron, que pronunció hoy un discurso sobre la importancia del turismo para la economía británica, dijo que "este tipo de huelgas no consiguen nada aparte de hacer daño, daño a las empresas, daño a los empleos y daño a los intereses de los turistas que quieren visitar el Reino Unido o a la gente que quiere viajar fuera".

La empresa argumentó en las últimas horas que su oferta salarial a los trabajadores es "razonable", en un momento en que "BAA y sus aerolíneas clientes están viendo un declive del número de pasajeros, debido al impacto de la recesión y de la nube de ceniza volcánica".

El mes pasado, la compañía informó de que su beneficio operativo en el primer semestre del año se redujo en un 37,8% frente al mismo periodo de 2009, hasta los 247 millones de euros.