La Inspección de Trabajo de Cataluña desveló ayer que la empresa química Iqoxe (Industrias Químicas del Óxido de Etileno) de La Canonja (Tarragona), donde se produjo el martes la explosión de un depósito que causó tres muertos, fue multada con anterioridad en cuatro ocasiones, con entre 2.000 y 8.000 euros, por incumplir la normativa. La industria es propiedad del grupo extremeño CL.

La Consejería de Trabajo catalana anunció además la apertura ahora de una investigación a fondo que se suma a la que realizan los Mossos d’Esquadra —cuyos agentes registraron ayer las sedes de Iqoxe tanto en La Canonja como en El Prat— y los bomberos sobre lo ocurrido. Los resultados serán entregados al Juzgado de Instrucción 1 de Tarragona y a la fiscalía por si hay responsabilidad penal en el suceso que causó también siete heridos.

El consejero de Trabajo de la Generalitat, Chakir El Homrani, aseguró que la Inspección de Trabajo irá «hasta el fondo para aclarar las causas y las responsabilidades de un accidente muy grave». Añadió que, de los cuatro expedientes que culminaron en sanción, uno fue por las condiciones de trabajo y los otros tres por incumplimientos en materia de salud y seguridad.

Esta misma semana, tras el grave accidente en la planta química de La Canonja, Trabajo ha abierto otro expediente. El Homrani explicó que su departamento activó la Inspección de Trabajo de guardia justo cuando se produjo el suceso, si bien los especialistas no han podido acceder aún a la empresa porque las instalaciones están confinadas hasta que los cuerpos de emergencia acaben su intervención y certifiquen que el acceso es seguro. Después de la extinción del fuego, ayer se esperaba acabar el trasvase de óxido de etileno del tanque siniestrado.

INSTITUTO QUÍMICO / A las investigaciones judicial y de Trabajo sobre lo ocurrido se suma una tercera encargada por Iqoxe al Institut Químic de Sarrià (IQS), según informó la empresa. «Será una investigación independiente que permitirá esclarecer los motivos de la explosión de una de las cuatro plantas de la factoría», informó Iqoxe en un comunicado en el que califican al instituto barcelonés de «centro universitario y de investigación de referencia internacional en el sector químico».

Otro de los frentes abiertos por el accidente es el posible riesgo para la salud de la carbonilla resultante tras la quema del óxido de etileno. Según el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Joan Grimalt, experto en geoquímica y contaminación, urge retirar cuanto antes todos estos restos diseminados por la zona de la explosión.