El fin de la erupción del volcán islandés Grimsvötn devolvió al final de la tarde de ayer la normalidad en el tráfico aéreo europeo, aunque durante la jornada de ayer aún se registraron unas 450 cancelaciones de vuelos en la zona del norte de Alemania por el riesgo que podía plantear la nube de cenizas volcánicas. Eurocontrol anunció anoche que no se esperaba para hoy ninguna perturbación significativa en el tráfico aéreo europeo y que se preveía que los restos de la nube de cenizas se dispersarían durante la noche.

La corta duración de la erupción del Grimsvötn y los cambios sustanciales introducidos en las normativas europeas de vuelo han evitado el caos que se produjo hace un año a causa de la erupción de volcán Eyjafjalla.

En esta ocasión, no se ha cerrado ningún espacio aéreo nacional y en total se han tenido que cancelar menos de 1.000 vuelos, una cifra reducida frente a los 58.000 vuelos previstos en el conjunto de las dos jornadas que ha durado esta crisis aérea.

No obstante, el número de viajeros perjudicados por las suspensiones de vuelos y retrasos en Escocia, Alemania y países escandinavos estos días podrían ascender a más de 100.000.

Durante la jornada de ayer los aeropuertos más afectados por la nube de ceniza fueron Hamburgo, Bremen y Berlín, que paralizaron su tráfico aéreo temporalmente durante unas cuantas horas. Pero al final de la tarde los tres aeropuertos alemanes volvían a operar con normalidad. La nube tampoco afectó a Polonia, como se había temido al principio de la jornada.

Las autoridades islandesas indicaron que desde las 3 de la tarde de ayer el volcán había dejado de emitir ceniza y que la erupción podía darse por concluida. Las compañías aéreas también dieron concluida la crisis a media tarde.

A pesar de que la gestión de esta crisis puede considerarse un éxito en comparación con el desastre total de hace un año, aún siguen persistiendo importantes carencias. Las dos principales son que la Unión Europea (UE) todavía no ha sido capaz de definir aproximadamente el nivel de densidad de ceniza en el aire que resulta realmente dañino para los motores de los aviones y que las autoridades nacionales y europeas de tráfico aéreo siguen careciendo de una información precisa de la densidad real de cenizas que existen en la nube en desplazamiento.

VUELO DE PRUEBA La compañía Ryanair anunció el martes en la BBC que había efectuado un vuelo de prueba sobre Escocia en la zona donde estaba la nube de ceniza, que no había visto rastro de la misma y que el examen posterior del avión tampoco permitió detectar ningún resto de ceniza.