La Dirección General de Tráfico inició ayer una campaña para controlar el uso del teléfono móvil durante la conducción, que durará hasta el próximo día 29. El uso del inalámbrico multiplica por seis el riesgo de provocar un accidente de circulación. Para perseguir a estos infractores, a los que se castiga con una multa de 91 euros, la Guardia Civil utilizará vehículos camuflados.

Tal y como explicó en conferencia de prensa el director general de Tráfico, Carlos Muñoz-Repiso, desde ayer y hasta el día 29 los agentes de la Guardia Civil controlarán en vehículos camuflados la utilización de los teléfonos móviles por parte de los conductores.

Con la colaboración de los Mossos d´Esquadra, de la Ertzaintza y de las policías locales de municipios de más de 25.000 habitantes, Tráfico ha previsto controlar al menos 100.000 automóviles para determinar el porcentaje de uso de celulares mientras se conduce un vehículo.

Muñoz-Repiso indicó que aunque no se puede cifrar con exactitud el número de accidentes que se producen por este motivo, "sí sabemos que es una situación peligrosa y que debe evitarse".

Precisó también que según una encuesta hecha en mayo, un tercio de los conductores admiten haber conducido a la vez que hablaba por un celular y el 10% haber sufrido algún incidente cuando lo hacía, tales como desvío de la trayectoria del vehículo, o alguna colisión.