Las autoridades turcas han puesto en libertad a Mehmet Alí Agca, el hombre que en 1981 intentó asesinar al papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro en Roma, según ha confirmado su abogado, Mustafá Demir. Agca, de 48 años y que ha pasado más de 25 en la cárcel, ha salido vestido de azul por la puerta de la prisión de Kartal, en Estambul, donde le esperaban su hermano, Adnan, y su abogado, Mustafa Demir, además de unos 200 periodistas y numerosos curiosos.

Algunos de los presentes han lanzado flores sobre el coche que le transportaba, que se ha alejado del lugar en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

Agca se beneficia así de una ley de amnistía aprobada hace años que ha permitido reducir la cadena perpetua a la que fue condenado en Turquía hace un cuarto de siglo por el crimen de Abdi Ipekci, director del diario de izquierdas Milliyet. La salida de prisión de Agca no significa su libertad total, ya que aún le queda otra cuenta pendiente con el Gobierno turco: cumplir el servicio militar.

Según Demir, Agca ha expresado su satisfacción por la declaración del Vaticano de respaldar la decisión que adopte la justicia turca. Sin embargo, tras anunciarse la pasada semana el indulto, la familia Ipecki reveló que apelaría la decisión e incluso la denunciaría ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Indulto en Italia

El antiguo militante de la organización terrorista ultraderechista turca Lobos Grises disparó e hirió el 13 de mayo de 1981 a Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, en Roma, por lo que fue condenado a cadena perpetua en Italia. Las circunstancias del atentado, del que Agca es el único autor confeso, son aún un gran misterio.

El propio agresor llegó a revelar que había contado con cómplices en el interior del Vaticano, mientras que la teoría más extendida ha apuntado a que era un agente reclutado por los antiguos servicios secretos soviéticos, la denominada pista búlgara. El pontífice perdonó en 1983 a Agca, al que visitó en la cárcel romana de Rebbibia, tras revelar que el Tercer Secreto de Fátima aludía al ataque.

Después de permanecer casi 20 años en la prisión, fue indultado en Italia y extraditado a Turquía en junio del 2000. En su país, aún debía responder por el asesinato de Ipecki en 1979. En aquella época, Agca era un joven de apenas 20 años con un delito de robo a mano armada a sus espaldas que había sido reclutado por los Lobos Grises, que le ayudaron a escapar cuando fue condenado por el crimen del periodista.