La Comisión Europea admitió ayer que la infección de los pepinos españoles que han causado en Alemania un brote de la bacteria Escherichia coli pudo producirse fuera de España. "La contaminación pudo suceder en el transporte, en la distribución a las tiendas o en los mercados en la propia Alemania", indicó el portavoz del comisario de Salud y Protección de los Consumidores, John Dalli. La bacteria se ha cobrado ya seis víctimas mortales en Alemania, donde además hay cientos de afectados.

El Ejecutivo comunitario, no obstante, insistió en su petición a las autoridades españolas de verificar si la contaminación pudo producirse en las dos explotaciones almerienses (pertenecientes a una firma de Málaga y a otra de Almería) de donde procedían los productos, según las autoridades alemanas. "Da igual que la contaminación haya sido en origen o en destino, lo importante es que se ha producido un brote y hay que averiguar la causa", subrayó el portavoz comunitario. De momento, dado que hay casos también en Suecia, Holanda, Dinamarca y Gran Bretaña, sigue la alerta por contaminación alimentaria en la UE.

España exige prudencia mientras se concretan los análisis y ha elevado una queja formal a la UE por la precipitación germana. También la Junta de Andalucía puso el grito en el cielo por la "irresponsabilidad" de saltarse los protocolos.