La aplicación de las células madre adultas empieza a ser un ejercicio práctico con resultado inmediato y beneficioso para algunos enfermos. Lo acaba de demostrar el servicio de Cirugía Torácica del Hospital Clínic de Barcelona, que, dando un triple salto sin precedente mundial en la investigación biomédica, ha completado con éxito el trasplante de una tráquea que, a diferencia de lo que ocurre con todos los intercambios de órganos conocidos hasta ahora, no causará rechazo inmunológico en la receptora. La estructura tubular de cartílago implantado se reelaboró, en parte, con células madre de la propia enferma.

La mujer, Claudia Castillo, de 30 años y madre de dos hijos, sufría un bloqueo casi completo de la tráquea y el pulmón izquierdo causados por una tuberculosis de diagnóstico tardío. Fue operada el pasado junio. Ahora se encuentra bien y no toma medicación. Ha reanudado su vida.

Una filigrana científica en la que han intervenido tres universidades europeas y el Clínic convirtió la estructura cartilaginosa de la tráquea trasplantada en un híbrido compuesto por colágeno del donante --un hombre de 51 años que falleció en marzo por un derrame cerebral-- y condrocitos obtenidos del cultivo de células madre extraídas de la médula ósea de la receptora.

LIMPIEZA PROFUNDA Para que ese ensamblaje fuera posible sin que el tejido aportado por el fallecido fuera repelido por el de la mujer, se necesitó, en primer lugar, lavar de forma intensa la tráquea extraída del cadáver, una estructura de siete centímetros de largo que pasó por 25 ciclos de limpieza con un detergente enzimático. Esto se hizo en la Universidad de Padua (Italia). El tejido que había recubierto la tráquea desapareció por completo y, con él, todos los antígenos del donante, los elementos que hubieran causado el rechazo en la receptora. Del órgano original solo quedó firme una leve estructura de colágeno.

Al mismo tiempo, en la Universidad de Bristol (Reino Unido), las células madre obtenidas de la médula ósea de Claudia, se cultivaron con un biorreactor elaborado en la Universidad de Milán (Italia), que las transformó en condrocitos, las células que, unidas al colágeno, debían dar forma al cartílago de la tráquea. Para el recubrimiento interno del tubo respiratorio se necesitaba un tejido deslizante que se obtuvo multiplicando en laboratorio células epiteliales de la paciente. Con ellas se rellenó la estructura cartilaginosa y quedó compuesta una nueva tráquea humana.

Pasados unos días, y tras comprobar que, como esperaban, no había rechazo celular en aquél órgano de ingeniería biológica, los cirujanos lo implantaron en la enferma. La intervención fue dirigida por el doctor Paolo Macchiarini, cirujano torácico del Clínic. El proceso se publica hoy en la edición on line de la revista médica The Lancet .

LA ORQUESTACION Lo más complejo de esta enorme empresa médica ha sido la perfecta orquestación con que ha sucedido, explicó ayer Macchiarini. "La coordinación en paralelo de los cuatro equipos, y que todos intervinieran en el momento adecuado, ha sido lo más difícil", dijo. Esta experiencia podría aplicarse, a medio plazo, en la curación de enfermedades graves que afecten a otras estructuras tubulares del cuerpo, avanzó el cirujano.

Las células madre adultas se pueden obtener de la sangre del cordón umbilical de un recién nacido, del líquido amniótico que envuelve al feto en el periodo de gestación o de cualquier tejido del cuerpo humano, que las contiene como elementos precursores, capaces de regenerar un órgano. A diferencia de las células madre embrionarias, que solo pueden emplearse --según la legislación española-- en investigación, las de obtención adulta ya pueden aplicarse en enfermos.