Mientras la Casa Blanca estudia cómo prohibir los cigarrillos eléctricos de sabores después de que hayan muerto seis de sus usuarios y enfermado cientos de personas en EEUU, en España se está emitiendo un anuncio que avisa a los fumadores de que el tabaco, en todas sus formas -ya sea en cigarrillo convencional, electrónico, pipa de agua o vapeador-, «ata y te mata». El Ministerio de Sanidad se posiciona así del lado de las asociaciones médicas que consideran que los nuevos dispositivos de consumo de nicotina producen adicción y tienen efectos nocivos para la salud, pese a que una parte de la comunidad científica cree que constituyen una herramienta útil para que los fumadores más enganchados logren dejar atrás el tóxico hábito.

El peligro de los nuevos dispositivos es que la industria los presenta como menos perjudiciales y esta idea ha calado. De hecho, según el avance de la encuesta Estudes del Ministerio de Sanidad, solo el 34% de los jóvenes entre 14 y 18 años piensa que vapear puede ocasionar «bastantes problemas de salud». De ahí que si hace tres años fumaba cigarrillos electrónicos o pipas de agua uno de cada cinco estudiantes, el año pasado esta cifra subió hasta prácticamente la mitad, lo que preocupa a las autoridades sanitarias. De hecho, Sanidad estudia endurecer la ley del tabaco, para restringir la publicidad, la venta y el consumo de estos productos. Algunos gobiernos autónomicos, como la Generalitat catalana, quiere equipararlos a los cigarrillos convencionales, con prohibiciones en más espacios y limitaciones publicitarias, en la nueva ley de adiciones.

La publicidad

Es lo que lleva tiempo pidiendo el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, formado por decenas de organizaciones médicas, así como el Consejo Asesor del Tabaquismo. Su presidente, Joan Ramon Villalbí, señala que existe una «laguna» importante a nivel comunicativo que ha provocado que «la publicidad del tabaco haya reaparecido disfrazada», y que hay que corregir. En este contexto, que Sanidad haga un «intento de comunicar» que los nuevos dispositivos de consumo de nicotina «tienen incertidumbres y generan adicción», en su opinión, es un «paso importante».

La campaña de Sanidad ha generado controversia. La Asociación de Usuarios de Vaporizadores Personales (Anesvap) y la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) consideran que «confunde» a la sociedad, al no mencionar que los nuevos dispositivos pueden ayudar a abandonar el tabaquismo.

Comparte esta opinión la Organización de Médicos en Apoyo del Vapeo y la Plataforma por la Reducción de Daños por Tabaquismo, formada también por sanitarios y científicos, que cree que igualar todos los consumos «confunde a la opinión pública, impidiendo el desarrollo y el conocimiento de alternativas que científicamente han demostrado una gran reducción de la toxicidad, que producen menos daño y que han demostrado su eficacia en la lucha contra el tabaquismo», explica el doctor Fernando Fernández Bueno.