Aliviados y emocionados se mantuvieron durante todo el día de ayer los familiares de los españoles repatriados de Wuhan, a la espera de conocer cuándo los podrán visitar en el Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid, donde pasarán una cuarentena de 14 días para descartar que el letal coronavirus haya entrado en España.

Los españoles llegaron poco antes de las siete de la tarde a la base militar de Torrejón de Ardoz en un vuelo fletado por el Reino Unido desde Wuhan que hizo escala en territorio británico. Las noticias de las autoridades españolas llegaban a cuentagotas a los allegados de estos españoles a los que el virus enclaustró en sus casas de Wuhan hace una semana. «No creo que nos dejen verlos hoy», reconocía resignada pero satisfecha Elena Abreu, mujer de Oliver Cuadrado, uno de los repatriados en un avión que aterrizó en Madrid tras más de 17 horas de vuelo.

«He hablado más con mi marido estos días que en todo el tiempo que llevamos juntos», proclamaba orgullosa Carmen Trompeta, esposa de Pedro Morilla, director deportivo del Wuhan Shangwens y uno de los 19 españoles llegados desde China para escapar del coronavirus que ha dejado ya más de 200 muertos y 10.000 infectados. Todos estarán aislados, pero podrán recibir la visita de sus familiares cuando lo autorice el Gobierno, en la planta 17 del Hospital Militar Gómez Ulla, dos pisos por debajo del búnquer habilitado en el 2015 para combatir enfermedades tan contagiosas como el ébola.

Carmen espera ahora paciente junto a su hijo recibir noticias para saber cuándo puede ver a su esposo tras días de incertidumbre y desasosiego en Granada donde trabaja. «Hemos estado muy nerviosos, pero ya vemos la luz al final del túnel», añadía antes de revelar que lo que más le apetece ahora es llevarle a Pedro Morilla «un cocido madrileño» de su madre. «En cuanto pueda me planto en Madrid», comentaba. Con el mismo alivio reconocía Rocío Maldonado las ganas que tienen en su casa de Sevilla de abrazar a su hermano José Antonio, otro de los deportistas atrapados hasta la noche del pasado jueves en Wuhan.

más tranquilos

Al igual que el resto de los familiares de los españoles repatriados ayer, Rocío se siente más tranquila tras vivir días de angustia al lado de sus padres, Manuel y María de Carmen, que desean encontrarse con su hijo lo antes posible.

No pudo ser antes porque la mayoría de los allegados del equipo deportivo residen fuera de Madrid y tienen dudas acerca del protocolo activado por el Gobierno de España para las visitas en el Hospital Gómez Ulla, con una de sus tres entradas tomada ayer por curiosos y periodistas.

Mónica Nicolás, mujer de Manuel Vela, agradecida por las muestras de cariño recibidas durante los últimos días, se trasladará desde Sevilla al hospital. «Hemos pasado mucho miedo», admitía mientras esperaba la llamada de Vela. El avión fletado por el Reino Unido desde Wuhan con 120 pasajeros hizo una primera escala en un aeródromo militar del Reino Unido para dejar a los ciudadanos británicos y retomar poco después el vuelo hacia Madrid.