TAt ver si nos vemos esta noche... A ver si quedamos un fin de semana... A ver si nos tomamos algo juntos... En Extremadura, la mitad de encuentros, charlas y tratos se rematan con un a ver si... El a ver si es la mejor manera de mostrar aprecio sin comprometerse, de ser educado a lo moderno. Antes se decía aquello de tienes mi casa a tu disposición o de aquí estoy para servirte, pero la urbanidad avanza que es una barbaridad y hoy, para estar a la última, no puedes decir adiós, sino venga; no se muestra suficiente aprecio con el hasta luego, sino que has de regalar la afectividad del diminutivo hasta lueguito y, definitivo, jamás te despidas con un hasta siempre que se entiende como un hasta nunca, sino con el a ver si nos vemos, nos llamamos, quedamos, salimos, cenamos...

Tengo un cuñado que cuando era adolescente y surrealista le dio por tomarse al pie de la letra los saludos. Cuando los paisanos se cruzaban con él y le soltaban un jovial vamos allá, cambiaba de rumbo, se ponía a andar al lado del saludador y cuando éste se extrañaba, lo dejaba mosca explicándole que se iba con él allá, a donde fuera. Los diccionarios definían el cumplido como el ofrecimiento de una cosa por pura ceremonia en la confianza de que no se aceptará la oferta. Decimos a ver si quedamos en la seguridad de que no lo haremos, soltamos un venga al paseante en la certeza de que no se vendrá con nosotros y así con todo. Por eso, si quiere usted divertirse y provocar la desazón de sus conocidos, sustituya el a ver si nos llamamos por el esta noche te llamo, ya verá qué caras de espanto.