Resulta difícil imaginar cómo los antiguos pudieron trasladar por mar los grandes cedros del Líbano hasta Palestina, para construir el templo de Salomón en Jerusalén. La respuesta se puede encontrar en la exposición El mar de Ulises. Los orígenes de la navegación en el Mediterráneo , que la Fundación La Caixa ha abierto en una carpa instalada en la plaza de Memoria de Menacho de Badajoz.

Más de 600 metros cuadrados, quince días de montaje y 24.000 euros para montar y desmontar dan muestra de la magnitud de esta cita con la historia. El mar de Ulises es la mayor exposición que ha organizado la Fundación La Caixa y su objetivo es explicar las historia de la navegación por el Mediterráneo, es decir "la historia de nuestra cultura y las relaciones entre los pueblos", según contó durante la inauguración Luis Reverter, secretario general de la fundación.

La entrada es gratuita. La carpa se abre con reproducciones de antiguos mapas del Mediterráneo, antes de entrar en el templo que preside el Poseidón al que Ulises dirigía sus rezos. A lo largo de los pasillos, el visitante descubre una exacta reproducción de la embarcación más antigua, hallada en Irak, cuyo original quizá haya desaparecido tras el saqueo del museo de Bagdag; barcos egipcios y fenicios, un taller griego, el puerto redondo de Cartago y el mapa del viaje de Ulises, hallazgos arqueológicos en el fondo del mar, hasta llegar a un puerto romano, con sus tiendas, bares y hasta sus olores.

Reverter comentó que es una "exposición didáctica" pues pretende que los visitantes conozcan un poco más de las culturas del mar y, al salir, se muestren interesado por seguir aprendiendo.