TMti hijo y sus colegas están con el subidón porque Sepultura viene al Extremúsica cacereño. En casa, lo de Sepultura nos suena fatal, como pueden ustedes imaginarse, pero al ver a la peña tan rayada con la movida sepulturera hemos sospechado que el rollo debe de ser mogollón de guapo. Del cartel del Extremúsica me suenan Loquillo y Los Trogloditas, Celtas Cortos, Kiko Veneno, Barón Rojo y poco más. Me hacen gracia, aunque no sé quiénes son, los grupos caprinos (El Gitano, la Cabra y la Trompeta y La Cabra Mecánica) los tres grupos del Catecismo (La Familia Iskariote, Lujuria y Pereza) y los del sexo inseguro: Mamá Ladilla y Gatillazo.

Pero parece ser que los importantes son Sepultura. Dicen que desde el concierto de Dire Straits en el Príncipe Felipe, no ha pasado por Cáceres un grupo de tanta importancia internacional. Mi hijo y sus colegas los vieron en el Rock and Río de Lisboa y aseguran que en marzo, si los de Sepultura no se asustan al ver el Cutre Arena del hípico y se rajan, Cáceres se llenará de miles de seguidores de este grupo que toca trash metal y cuyo primer cantante, Max Cavalera, es considerado el Bob Marley del metal (Cavalera se ha ido a Soulfly y le ha sustituido Derrick Green). A veces escucho la música de mi hijo y me gustan las canciones de otros que vendrán en marzo. Son Mamá Ladilla y sus temas tienen letras como ésta: "Esa cosa con páginas que había en la estantería, ¿qué coño sería? ¡Lee burro, aunque no tenga dibujos, lee burro, aunque no traiga resultados de fútbol, lee burro!". Pues eso, rock, libros y salud.