Armados con un walkie-talkie y una carpetita en la que llevan mapas de Salou (Tarragona) y pegatinas con los números de teléfono de emergencia, una veintena de jóvenes voluntarios empezaron ayer las prácticas para ejercer de vigilantes este verano en la capital turística de la Costa Dorada. Su trabajo consiste en informar, ya sea a demanda de los turistas o a sus tutores de la policía municipal en el caso de que detecten algún problema de civismo. "No es complicado, se trata de poner un poco de nuestra parte y ya está", explica Abdou Ndiaye, uno de los voluntarios, un senegalés de 16 años afincado en Salou. Estos voluntarios, de entre 16 y 21 años de edad, patrullarán hasta septiembre por el concurrido paseo marítimo de Salou. "Tienen una buena oportunidad para comenzar el aprendizaje de una profesión y de poner en práctica valores cívicos y solidarios", asegura el alcalde, Pere Granados.

Después de dos semanas de clases teóricas, los jóvenes han iniciado las prácticas que realizarán durante esta semana hasta empezar a patrullar por parejas y siempre bajo la tutela de un agente de la policía local. Ayer empezaron tomar contacto con la realidad que les espera. Uniformados con una camiseta azul sin mangas con la inscripción Patrulla Jove en la espalda, se dieron a conocer entre los gestores de los chiringuitos y los comerciantes del paseo Jaume I, y a informar a los numerosos ciclistas de que existe un carril bici por el que deben circular para no poner en peligro al resto de viandantes.

El proyecto, que el equipo de gobierno municipal califica de pionero en España, pretende acercar al ciudadano al cuerpo de la policía local mediante campañas dirigidas de forma especial a los jóvenes. No hacen referencia a la polémica que genera el Saloufest, pero en el fondo también se trata de una de las respuestas que el municipio está dando para contrarrestar la mala fama que cada año genera el turismo de borrachera de miles de estudiantes británicos.

En las 40 horas de formación teórica que han realizado, los voluntarios han adquirido conocimientos sobre ordenanzas municipales, primeros auxilios y trato con los ciudadanos, entre otros aspectos. "Es una experiencia que me interesa y que me puede servir porque quiero estudiar Criminología", explica Dunia Arellano, que el próximo curso cursará segundo de bachillerato en el IES Jaume I. "La tarea no es difícil, al contrario, es divertida", añade su compero Paulius Meskauskas, de 19 años y origen lituano.

Los jóvenes, que no cobrarán sueldo alguno, se beneficiarán de su voluntariado con una formación que les servirá para sumar puntos si en el futuro se presentan a unas oposiciones a la Policía Local. Además de un diploma, recibirán otras compensaciones en forma de entradas gratuitas a Port Aventura y otras actividades culturales o de ocio.

"Su labor es informativa y asistencial, deben ser nuestros ojos y tienen totalmente prohibido intervenir en caso de incivismos", insiste José Luis Gargallo, jefe de la policía de Salou.