Un Womad a la medida de Cáceres emite hoy sus primeras melodías en pleno casco monumental, en un año particularmente especial a causa de la guerra contra Irak. Su espíritu (los restos amargos de los muertos y los vivos) sobrevolará esta edición. Ayer algunos músicos que intervienen en el festival tuvieron en la presentación oficial en el Gran Teatro un recuerdo a esta situación y hablaron de superar barreras, de solidaridad, y de hospitalidad.

Que el festival ha encontrado su equilibrio es algo en lo que coinciden los organizadores como recordaron ayer en el Gran Teatro. Lo hizo Dania Dévora, representante del Womad internacional: "El festival es posible porque tiene el encaje perfecto en la ciudad". Y lo hizo Hernán Cortés Villalobos, director general de Promoción Cultural: "Este equilibrio permite al que viene la convivencia en seguridad". Otros representantes institucionales (de Caja Extremadura, del Ayuntamiento de Cáceres, de la Diputación de Cáceres, entidades que aportan fondos a este encuentro musical) hicieron también hincapié en el aspecto social del Womad.

DESFILE

Dos escenarios (plaza Mayor y recinto hípico) para los tres grandes conciertos y otro, la plaza de San Jorge, para espectáculos de pequeño formato que acompañarán durante tres días los talleres que se desarrollen en ese espacio. Rodeando la música el casco monumental será la sede del tradicional mercado global y del desfile con los trabajos hechos por niños y adultos en los talleres.

Nombres como Ginesa Ortega, Cherifa o Los Fakires son algunos de los que pueden dejar su estela en el festival y acceder al circuito de las músicas del mundo, como ha ocurrido con otros músicos que pasaron por el Womad en ediciones pasadas.

Los talleres para niños y adultos y un concierto del grupo extremeño Gaida abrirán hoy la duodécima edición, que contará con la participación de una veintena de artistas y tres conciertos.

AFRICA

Entre 11.00 y 14.00, y 17.00 y 19.00 horas se desarrollarán los talleres infantiles, destinados este año al pueblo azteca, por lo que se elaborarán tocados ceremoniales, máscaras mosaico, escudos decorados y cinturones con piedras preciosas.

Los talleres para adultos se organizarán en la plaza de San Jorge y consistirán en el estudio de la música y la danza tradicional africana y su influencia en otras culturas, a cargo de Rosenga Makondo y Rosario Gracia-Luque y las técnicas de los tambores Taiko, que enseñará el japonés Joji Hirota.

Las actividades de la primera jornada del festival terminarán con un concierto del grupo extremeño Gaida. Su voz solista, la cacereña Ana Jiménez, declaró sentirse ya "parte del Womad".

También habló ayer Javier Arroyo, otro de los músicos extremeños que participan en la edición de este año con su proyecto Lusitania Jazz Machine. Arroyo, crítico con "el sistema" que ha propiciado la guerra contra Irak, dijo que la música "cuida las heridas" de esta guerra.

A partir de hoy, pues, música y cantos por la tolerancia y la convivencia de culturas se aprestan de nuevo a dejar su impronta anual en Cáceres. Más de 48.000 personas (cifra del año pasado), según estimó ayer el director del Gran Teatro, lo vivirán durante cuatro días.