El exjugador de rugby, Rowan Baxter, ha quemado vivos a sus tres hijos y a su exesposa tras incendiar su coche en las afueras de Brisbane, en Australia. La policía ha calificado el caso como una "masacre atroz".

La mujer, de 31 años, murió el miércoles en un hospital de Brisbane, pocas horas después de que sus tres hijos, de 3, 4 y 6 años, fueran encontrados muertos en el coche. Al parecer, el padre se acercó al automóvil, lo roció con gasolina y le prendió fuego, según el periódico 'The Australian'. La madre, Hannah Clarke, de 31 años, logró salir del vehículo en llamas y cayó al suelo, gritando "me ha echado gasolina", informó el diario. Tras ser trasladada al hospital, murió debido a las graves quemaduras.

BAXTER ESTABA DENTRO DEL COCHE

La cadena pública australiana ABC ha afirmado que Baxter, de 42 años, exjugador de rugby de los Guerreros XIII de Nueva Zelanda, estaba en el vehículo en llamas del que salió antes de morir en la acera tras apuñalarse.

Una amiga de las víctimas, en el memorial cercano al lugar de la tragedia. / AP

Esta tragedia provocó una gran ola de tristeza en las redes sociales y muchas personas pidieron medidas más duras para combatir la violencia machista. Natasha Stott Despoja, exsenadora y presidenta de la asociación contra la violencia Our Watch, describió la violencia contra las mujeres en Australia como una "emergencia nacional".

La policía que investiga la escena de la masacre en los suburbios del este de Brisbane dijo que era demasiado pronto para saber la causa del incendio. "Todavía no se ha determinado cómo ocurrió realmente el incendio", dijo el inspector de policía de Queensland Mark Thompson el miércoles. "Llamar a este acto de asesinato suicida o accidente trágico es inapropiado para nosotros", dijo el oficial de policía que admitió que esta "escena insoportable" fue la peor que había visto en su vida.