La muerte del matrimonio de 43 años formado por José García-Margallo y Macarena Guisado, vecinos de Don Benito, y dos hijas de 11 y 9 años cuando practicaban barranquismo en la localidad de Jerte el 6 de julio de 2017 fue «accidental» y la empresa de aventura a la que contrataron no cometió un delito de homicidio por imprudencia ni de lesiones por imprudencia, las sufridas por el hijo menor de la familia, de 6 años, que resultó herido leve, mientras que el monitor que les acompañaba salió ileso.

Estas son las conclusiones a las que ha llegado el Juzgado de Instrucción número 1 de Plasencia, que ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa y el archivo de las actuaciones. No obstante, el procedimiento está pendiente de la resolución de un recurso de reforma y subsidiario de apelación interpuesto contra el auto de la juez por la representación procesal de la parte denunciante.

Nueve personas, familiares de los fallecidos, y el Ministerio Fiscal figuran como denunciantes, contra la responsable de la empresa de aventura, JerteXtrem, y la aseguradora de la empresa. Después de una instrucción que comenzó en julio y para la que la juez tuvo que pedir una prórroga de seis meses, el auto, fechado el 6 de marzo, es claro y subraya que la tromba de agua que se llevó a la familia y también al monitor que les acompañaba y al hijo menor, «no pudo preverse».