El consumo de televisión en el mundo rompió su techo en el 2002, situándose en una media de 224 minutos por persona y día, tres minutos más que en el 2001. Es decir, el telespectador tipo se pasó ante la pequeña pantalla la friolera de tres horas y 44 minutos cada día. Este es el principal y más espectacular dato hecho público en Cannes (Francia) por Eurodata TV, empresa que mide las audiencias de 72 países, con un universo de 1.400.000.000 espectadores en cinco continentes.

Los países que han ayudado a esta bulimia audiovisual han sido los del este (que han aumentado en un año 19 minutos su consumo medio), Norteamérica (13 minutos) y Europa (nueve minutos).

VARIAS CAUSAS

Aunque los directivos de Eurodata, que presentaron el estudio en el marco del Mercado Internacional de Producciones de TV (MIP-TV), no dieron una única causa que explique que el consumo fuera más elevado que el del 2001, sí dieron algunas de las razones que ya se apuntan en Eurodata: el 2002 vivió el Mundial de fútbol de Corea y Japón y los Juegos de Invierno de Salt Lake City. Así, por ejemplo, el programa líder en 23 de los 72 países analizados era una retransmisión deportiva. En el 2001, sólo aparecían las emisiones deportivas como lo más visto en 13 países. A estos dos acontecimientos hay que sumar también la resaca informativa que siguió al 11-S. Esto explica que los informativos aparezcan en la relación de los más vistos de 14 países.

Además de los datos que, a grosso modo, han permitido batir el récord mundial de consumo de televisión en el 2002, el informe de Eurodata TV también señala que la ficción sigue siendo la estrella de la pequeña pantalla en el conjunto de todo el planeta: representa el 45% de las 10 mejores audiencias de los analizados.

Dentro de la ficción, el cine aparece como la opción preferida: en el 2002 ya fue el 30% del total del concepto ficción. Eso sí, el cine ya no es coto privado de las majors de EEUU, que han pasado de copar las parrillas de las principales televisiones del mundo a estar por debajo de la producción propia de cada país: en el 2001, el cine de Hollywood era el 90% de las producciones que se emitían, y en el 2002 se han quedado en el 60%. Esta espectacular caída la han provocado especialmente los países asiáticos (India, Malaisia, Filipinas, Tailandia, Vietnam), que ayudan a su cine.

Capítulo aparte merecen los concursos, que han experimentado otro gran crecimiento gracias a la aparición de los revolucionarios formatos que reúnen características del reality show . Claro ejemplo está en España con Operación triunfo , que ha tenido su reflejo en el resto del mundo con productos similares.