El rapero Guillermo Rodríguez , más conocido como Arkano (Alicante, 1994), sufrió acoso escolar. Y el rap, aquel género que descubrió con 8 años, le sirvió como herramienta para expresarse y acabar con sus inseguridades. Y a él se ha entregado. Pero también ha escrito dos libros, publicado un álbum, estudiado ingeniería informática y presentado Ritmo urbano, en La 2. Ahora está al frente de Proyecto Arkano (TVE-1) y será asesor de Melendi en La voz kids (A-3 TV). Es evidente que el bullying un día cesa. Y uno puede hasta llegar a triunfar.

—Presentó ‘Ritmo urbano’, pero ‘Proyecto Arkano’ va más allá.

—Es un formato que fuimos desarrollando Producciones del Barrio y yo, que tiene mucha profundidad no solo a nivel social, también emocional. Tienen mucha carga las historias personales de los seis chicos y chicas con los que hemos trabajado.

—El espacio trata los temas que más les afectan a los jóvenes.

—No solo a los jóvenes, también a la sociedad en general: machismo, redes sociales, bullying... Son algo parecido a talleres en los que les brindo la herramienta que a mí me ayudó: el rap. Aunque para mí la parte más bonita es cuando junto con sus padres vemos cómo piensan. En el último programa vendrá la mía. Van a salir cosas y me da miedo.

—Usted sufrió ‘bullying’ por ser gordito y gay.

—He tenido mucho activismo en pro de los derechos LGTBI, pero nunca he dicho en público nada sobre mi orientación sexual. Lo que pasa es que hay medios que han dicho: «Arkano ha salido del armario».

—¿El rap le ayudó mucho?

—Sí, yo era supertímido, muy introvertido, carente de habilidades sociales, y el hecho de descubrir el rap me permitió conocer que tenía derecho a ser escuchado, me dio una herramienta para expresarme al mundo y fue un medio para sentirme más seguro y sacar un poco lo que llevaba dentro. Fue una terapia.

—¿Cómo descubrió el género?

—Cuando yo tenía 8 o 9 años, mi hermana mayor me enseñó los principales grupos y me flipó el género: lo que decían, la libertad que se respiraba en las letras... Estaba acostumbrado a géneros como el pop, que normalmente utiliza las mismas temáticas.

—Pero el rap esconde letras machistas y homófobas.

—El rap siempre ha sido muy de machitos, de a ver quién la tiene más larga, de tipos duros. Y esto es algo que los propios raperos hemos ido adquiriendo por inercia y, a veces, sin darnos cuenta hemos defendido estos roles. Yo poco a poco me di cuenta y he ido intentando cambiarlo cuando compongo.

—Ha ganado batallas de gallos y ha logrado un ‘Guinness’ improvisando.

—Sí. A finales del 2016, con 21 años, estuve 24 horas y media improvisando rimas en la Puerta del Sol, parando como máximo tres segundos.

—Tuvo acoso escolar, pero luego compañeros maravillosos. ¿Del ‘bullying’ se puede salir?

—Sí. Las cosas cambian. Muchas veces parece que nuestro universo termina donde podemos mirar y que no hay nada más. Pero siempre hay que creer que todo puede ser mejor.

—Está ‘on fire’. Ahora será asesor de Melendi en ‘La voz kids’.

—Cuando me llamó Melendi aluciné. Estoy superemocionado, superagradecido. A los chicos les voy a a transmitir lo que es para mí la parte principal del arte: el sacar la emociones, la verdad que llevas dentro y poder transmitirlo al espectador..

—¿Cree que la tele es entonces su camino?

—Lo que me apasiona es comunicar, transmitir ideas, provocar emociones, mover como buenamente se pueda el mundo. Y se puede hacer desde muchos ámbitos.