El conciertazo (La 2, 12.00), programa que acerca la música clásica a la audiencia más joven, celebra hoy sus seis años en antena con un programa especial en el que, sin perder el ritmo, ofrecerá un espectáculo de marionetas, disfraces, serpentinas, confetis, y, claro está, mucha música.

Por las cerca de 300 emisiones de El conciertazo han desfilado más de mil colegios y 80.000 jóvenes, se han utilizado unos 400 decorados y 900 disfraces. Pero además, ha conseguido una docena de premios, entre los que destacan el de Mejor Programa Infantil, por la Academia de la Televisión (2001) y el Premio Zapping, que se le concedió la pasada semana en Barcelona.

Buena parte del éxito de El conciertazo (tiene una audiencia del 8,8%, casi el doble que la media de La 2) está en la labor de su director y presentador, Fernando Argenta, quien ha sabido presentar la música clásica como un espectáculo divertido y haciendo jugar a los niños al son de compositores clásicos.

Según Argenta, la fórmula secreta para atraer la atención de los niños es sencillamente "elegir una música adecuada y que no dure mucho. Los niños intervienen y saben que en cualquier momento les puedo elegir para bailar, tocar cualquier instrumento o dirigir la orquesta".

Director de orquesta en conciertos populares, organizador de ciclos de ópera y conciertos sinfónicos para niños, Argenta es también el máximo responsable de uno de los programas de música clásica más prestigiosos, laureados y desenfadados de la radio española, Clásicos populares , espacio que se estrenó en Radio Nacional el 12 de abril de 1976 y que, casi 30 años después, sigue en antena (de lunes a viernes, de 15.00 a 16.00 horas, por Radio 1) como un auténtico referente de la radio de calidad.