--¿Cómo definiría la evolución que ha sufrido Norma en esta segunda temporada de la serie?--Yo diría que por fin se ha encontrado a ella misma. Antes, Norma era lo que todos los demás querían que fuera, ya que había crecido en una familia que le había marcado mucho lo que tenía que hacer. Por fin ha encontrado la valentía para ser más egoísta y pensar en ella.

--Incluso se ha decidido a abrir su propio negocio relacionado con el aceite y va a competir con su madre.--A veces no hay otra opción. Norma es muy noble y va a intentar no llegar a ese punto, pero hay circunstancias en la vida que resultan inevitables.

--También parece que Norma ha dejado de ser tan cerebral para intentar dejarse guiar más por el corazón.--Sí. Antes era más cerebral porque tenía miedo a las sensaciones. Por eso cuando conoció a Juan (Rodolfo Sancho) dudó tanto. Pero después le han pasado muchas cosas y le ha salido ese instinto de supervivencia. Es eso de que no sabes lo fuerte que eres hasta que te ponen a prueba y te sorprendes a ti mismo. Ahora no controla tanto sus emociones, las vive.

--¿Esta nueva Norma se parece más a usted?--Todos somos de distintas maneras en diferentes momentos de la vida. Sí que quizá ahora me siento un poco como ella, porque me fío mucho de las sensaciones. También me he dado cuenta de que la vida es muy corta y no vale la pena tener miedo a ciertas cosas. Lo que más me gusta de la nueva Norma es su valentía.

--Usted también fue valiente. Se fue a estudiar y a trabajar a Estados Unidos.--Me he lanzado un montón porque quiero experimentar. Viajar me apasiona. Además, es un gran aprendizaje, te abre la mente. El actor debe tener una mente muy abierta para lograr empatía con gente que es diferente y llegar a entenderles. Y viajar te coloca en una situación muy vulnerable porque no estás en tu zona de confort. Eso te hace conocerte más a ti mismo y ser más receptivo.

--¿Por qué se fue a EEUU? ¿No encontraba su sitio en España?--Me fui a Carolina del Norte, aunque todo el mundo me preguntaba por qué no me iba a una ciudad como Nueva York. Pero es que en su universidad tenían un programa de interpretación que era muy interesante. Luego estuve en Los Angeles y en Sídney (Australia), en el mismo instituto del teatro en el que estudió Cate Blanchett. Después hice talleres en París, en Londres... He estudiado interpretación en millones de sitios, porque me encanta conocer diferentes culturas.

--Eso le ha permitido trabajar con dos actores muy conocidos, Jean-Claude Van Damme y Gwyneth Paltrow. ¿Cómo fue su relación con ellos?--Creo que he sido muy afortunada. He protagonizado The eagle path, una película de Van Damme que se ha rodado en Tailandia. El era como un niño, no tenía miedo a nada. Y con Gwyneth hice

The eagle path, Spain... on the road again.