Diana Navarro (Málaga, 1978), que ha dado siempre una imagen de cantante de copla profunda y elegante, está sorprendiendo como una risueña concursante de Tu cara me suena (Antena 3, 22.10). Se lo está pasando bomba, dice, y aprendiendo un montón. Porque el concurso le está ayudando a seguir recorriendo el camino que ya ha iniciado en la interpretación.

-Es la sorpresa de este año. Pero era de esperar, tras verla imitar tan bien a Lana del Rey el año pasado.

-Es que me gusta mucho el programa. Lo único que me preocupaba era compatibilizarlo con mi gira y con el proyecto del DVD que grabaremos en enero. Pero cuando vi que podía hacerlo, pensé que era el momento de pasármelo bomba.

-¿Cuando lo veía en casa pensaba: tengo que estar ahí?

-Sí. Y como estoy en un proceso de mi vida en el que quiero aprender y estoy formándome como actriz, es el programa perfecto.

-De hecho, ya ha hecho sus pinitos.

-Me da vergüenza decir: «Soy actriz». Para mí actriz es Concha Velasco, que es una monstrua. Pero estoy haciendo un máster de interpretación para cine y televisión; he hecho un mediometraje, Yocasta, y he participado en Las pesadillas de Alberto Soto, la ópera prima de Miguel Almanza, que habla de cómo hace mella el acoso escolar en quienes lo sufren y quienes lo hacen. Y he hecho un cameíto en Amar es para siempre… Es que me gusta mucho aprender.

-Y en este concurso no interpreta solo vocalmente.

-Pero no tengo ninguna ventaja. Soy cantante de lo mío, no imitadora. Y eso de imitar es muy difícil.

-Con un estilo tan propio y flamenco, le costará hacer otros géneros.

-Sí. Aparte de los consejos que me dan aquí, trabajo duro toda la semana con mis chicas del Estudio de la Voz en Málaga.

-Se lo curra.

-Construir el personaje, sacar la voz desde la emoción... Es un trabajo maravilloso, pero agotador.

-¿Y cómo lleva lo de bailar en el concurso?

-Aún me están dando un poco de cuartel. Pero soy Olivia de Popeye.

-Los cinco ganadores de ‘Tu cara me suena’ son cantantes. ¿Usted puede ser la sexta?

-El premio es haberme permitido estar aquí, para disfrutar y aprender. Y no es una falsa modestia. Lo que quiero es que la gente disfrute con lo que hago. Que se lo pase por lo menos igual de bien que me lo paso yo.

-¿Qué pretendía mostrar de Diana Navarro?

-La gente que me sigue ya sabe quién soy, pero al resto quizá se le esté quitando el prejuicio de que soy una niña triste.

-Cuando canta se le ve profunda…

-Sí, canto cosas que requieren esa estética y la emoción para mí es muy importante. Pero creo que no está reñido emocionar con divertirse. Yo he venido aquí a divertirme.

-¿Se está conociendo su sentido del humor?

-Sí, y es que me paso todo el programa riéndome.

-¿Compite solo consigo misma?

-Es que mi lema es compartir, no competir. Yo eso lo llevo en la vida. A mí misma sí que me exijo. Pero me regalo un te quiero. No me doy con el látigo.

-¿Y quién cree usted que ganará esta edición?

-Estamos muy bien todos. Va a ser la temporada más difícil de todas.

-En la pasada gala hizo de Blas Cantó, que en la anterior edición le había imitado a usted.

-Y lo hizo increíble. Me trasladó a ese momento de mi vida. Me quedé totalmente chocada.

-Él dice que usted ya siempre le acompañará. ¿Le satisface?

-Mucho. Porque él es un referente para muchos jóvenes, ya que es un niño muy talentoso que empezó muy poco a poco y en este programa ha demostrado todo su abanico de posibilidades.